Bienvenid@ a este espacio de reflexión sobre la crianza de los hij@s.

viernes, 1 de agosto de 2014

Mi niño es muy bueno: duerme, come y calla

Desde que me preguntaron por primera vez si mi hijo era bueno, es decir, si comía , dormía "bien" y si lloraba mucho o mas bien callaba, mi respuesta siempre fué la misma, independientemente de lo que hiciera o no mi hijo,  un rotundo SI. ¿Cómo no va a ser bueno un bebé que no entiende de maldad, manipulación o chantaje emocional? ¿Cómo no va a ser bueno un hijo para una madre? ¿ Qué tendrá que ver el comer, dormir o llorar con la bondad?
El dormir, comer y llorar son necesidades básicas de un bebé.  Hay gente que entiende que la "bondad" del bebé depende de si estas necesidades se adecuan o no a las ideas, exigencias y energia de los padres o cuidadores.
Un bebé que duerme mucho especialmente por las noches, que se queda dormido fácilmente, que come lo que los padres/ pediatras consideran adecuados para su edad y crecimiento, que apenas llora y se queda tan a gusto en su cuna o hamaca, ese bebé que no molesta, que no altera en demasía la vida o rutina de sus padres, en definitiva, que no da quehacer, ese es un "bebé bueno" aunque yo diría que mas bien ese es un bebé idílico e irreal.
Los bebes nos necesitan 24 horas los 7 días de la semana. Es agotador y estresante para los padres responder siempre a sus demandas y necesidades porque somos humanos y tambien tenemos nuestras necesidades. El mundo sigue aunque para tu bebé tu seas su único mundo.
Un bebé sano física y emocionalmente querrá a sus padres consigo el mayor tiempo posible, querrá y necesitará a su madre, su calor, su cuerpo, su olor, querrá brazos, caricias, besos, sonrisas, nanas, comer y dormir a demanda. Y si no lo consigue llorará, estará inquieto y protestará.
La pregunta más bien debería ser. ¿Cómo se encuentra el bebé? ¿ Es un bebé feliz? ¿Como llevais el cambio de vida y el adaptarse a las necesidades del bebé?
El cambio de vida es tan grande que no estamos preparados para ello. Por eso considero que decidir ser padres es una gran responsabilidad porque hay que ser consciente que hay que darle a un hijo aquello que necesita para desarrollarse como persona y esto supone en muchas ocasiones que las necesidades de los padres pasan a un segundo lugar. Ese hijo/a se merece lo mejor y lo mejor es unos padres presentes, dispuestos a escucharle, cariñosos, empáticos y que sean capaces de disfrutar como niños de sus propios hijos/as.

1 comentario:

Gracias por compartir,
Manuela